La cita de los lunes en Adarve
Los participantes son un grupo de jóvenes profesionales de diversas carreras interesados en la responsabilidad de las empresas con su entorno más pobre, el medio ambiente, cuestiones actuales de Teología, ética en los negocios y de las finanzas, voluntariado, valores humanos, entre otros.
Desde hace varios meses, un grupo de jóvenes profesionales se reúne todos los lunes a las seis de la tarde en el centro cultural Adarve en Bogotá. Aunque son diversos los motivos de las reuniones, varios de ellos aprovechan para llegar temprano, hacer un rato de oración en el oratorio, hablar con el sacerdote, estudiar, o resolver dudas de su nueva vida profesional con personas experimentadas que asisten a otras actividades por el mismo centro cultural.
Pero a las seis de la tarde inicia el plato fuerte de la reunión: los “Coloquios de Teología y Ética”, que abarcan temas como la responsabilidad de las empresas con su entorno más pobre, el desarrollo de ideas que ayuden a mejorar el medio ambiente, cuestiones actuales de Teología, ética en los negocios y de las finanzas, responsabilidad social empresarial, voluntariado, valores humanos, o temas relacionados con la administración, el plan de vida, entre otros.
Los participantes son trabajadores recién graduados de diversas carreras como: administración de empresas, derecho, medicina, comunicación social audiovisual y de diferentes universidades, pero que tienen un objetivo: mejorar en su vida profesional y espiritual.
“Además de las cátedras que hemos recibido para nuestro futuro, consideramos que es de gran importancia profundizar en nuestra vida interior. Aprender a hacer oración, a ofrecer nuestro trabajo, a ser mejores cada día en temas como amistad, honestidad, bienestar, perseverancia, fidelidad, solidaridad y otros valores es de vital importancia para nuestras vidas”, explica el abogado Santiago.
“Venimos a Adarve, que entre otras cosas significa “el camino de la parte alta de la muralla” y que es un centro del Opus Dei donde encontramos ayudas y asesorías para resolver nuestras preocupaciones en la vida, además de un espacio propicio para reunirnos y conversar”, agrega Gabriel.
“Gracias a estas reuniones hemos hecho amistad con otros profesionales, intercambiamos ideas, aprendemos de otros temas. Es bueno oír a un médico que nos relata los momentos de su quehacer diario, cómo enfrenta y ayuda de la mejor manera que puede la enfermedad, o las experiencias de un abogado en los dramas humanos”, manifiesta Juan Pablo.
Estas reuniones han servido también para organizar algunas actividades sociales.
“Hemos pasado del discurso a la práctica, es bueno saber qué piensan otras personas fuera de la ciudad, cuando sin saberlo les llega una visita que solo quiere acompañarlos y llevar algún detalle que les alegre la semana”, explica Cristian.
Por ello han organizado viajes a municipios como Villeta y Anapoima. En el primero, para visitar a los reclusos de la cárcel y el segundo para acompañar un buen rato a los adultos de un hogar geriátrico.
Con cantos, algunos regalos y algo de labor social para mejorar el entorno de esas personas mayores, prima sobre todo alegría, conversaciones con uno y con otro de los abuelos, tiempo para escucharles sus historias, conocer de sus vidas y pasar un rato largo con ellos. Que se les dedique tiempo, es realmente lo que más agradecen, pues muchas veces no recibe visitas de nadie.
En Semana Santa, en La Vega, acompañaron al párroco en las actividades religiosas en una vereda. Además de ayudarle en sus celebraciones, estuvieron con los vecinos del lugar, les llevaros algunos mercados a las familias y regalos a los niños.
Impulsados por el amor de Dios, los mensajes del Papa Francisco e inspirados en las enseñanzas de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, estos jóvenes profesionales planean más actividades e invitan a nuevos amigos.
"Una actividad que nos ha ayudado a conocernos y estrechar la amistad es salir a comer después de la actividad en Adarve. Durante ese espacio suelen planearse los temas de la siguiente reunión, y todos los detalles de los voluntariados sociales: hay que pensar en el hospedaje, quién prepara los alimentos, el transporte, la compra de los detalles para las personas que visitaremos, materiales de construcción y capacitación para las obras civiles que hemos hecho. Si bien es cierto son cosas sencillas, tienen muchos frentes que se deben ajustar para que salgan bien", agregó Santiago.
Estas actividades además son replicadas por los asistentes en sus mismos ambientes de vida y de trabajo. De lo que se trata es de encender el espíritu de solidaridad, inquietud intelectual y lucha por encontrar a Dios en las circunstancias de cada uno, que son muy diversas.
No siempre las reuniones se hacen en Adarve, pues lo importante no es la sede sino los participantes, por eso una de las recientes reuniones fue en el restaurante de Juan Felipe, Administrador de Empresas, quien tiene un emprendimiento desde hace algo más de 3 años con su hermano y un amigo. La idea era que compartiera cómo inicio su emprendimiento y cómo lo ha ido construyendo junto con sus socios.
En otra oportunidad, teniendo en cuenta de que la reunión no es de charlas o conferencias magistrales, cada participante prepara un tema que expone para luego entre todos conversar, estar de acuerdo, aportar otras visiones, apartase de la opinión generalizada, en fin, es un espacio de plena libertad de opinión, para una de esas sesiones el encargado era David, que trabaja en el sector de las tecnologías, por una emergencia en su trabajo, no logró llegar. Estando ya reunidos, Eduardo propuso que, para no perder la metodología de las reuniones, iba a dar una tertulia sobre el reciente premio nobel de medicina y los detalles de la premiación.
Cuenta Sebastián, uno de los participantes a los encuentros, es que “cuando iniciamos el plan, uno de los temas que salía a relucir es saber cuáles eran los planes personales de cada uno de nosotros. Ahora y en parte gracias a esa formación humana y a esa visión de trascendencia, después de casi 10 meses de labor, David se casó, Gabriel y Rafael quienes son hermanos, se han animado a comprometerse con sus respectivas novias. Y así, hemos logrado ver que Dios tiene planes para cada uno de nosotros”.
En este momento estamos planeando otra labor social, pero ahora un poco más lejos, en Turbaco, un municipio pobre del departamento de Bolívar; queremos cerrar el año con broche de oro. La idea allí es poder compartir días previos a la navidad con familias necesitadas y que podamos alegrar sus días, además de rezar novenas con ellos y cantar villancicos, queremos escucharlos y atender algunas de sus necesidades. Cuenta Cristian uno de los líderes del grupo, que, aunque vive en Chía procura no perderse las actividades.
Desde ya también sueñan con los planes del próximo año, sabiendo que ellos son quienes más salen beneficiados.
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