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Ya sabes: si vas a Torreblanca, trae pan de naranja

Luego de múltiples actos de generosidad de los fieles de la prelatura, cooperadores y amigos del Opus Dei, se construyó Torreblanca, en un lugar despoblado en Silvania, Cundinamarca.


Antes de recibir la bendición de viaje y el acostumbrado beso, Alberto escuchó muy claro el mensaje del encargo de su esposa: “Ya sabes, trae pan de naranja”. Sus hijos también le añadieron al pedido: “y bastantes brownies”.

Alberto, profesor universitario, explicó en su casa que ese fin de semana estaría de curso retiro, un medio de formación del Opus Dei en Torreblanca, Silvania, a unos 45 minutos del sur de Bogotá. Serían tres días para tener un encuentro con Dios, tener ratos de oración junto al sagrario, participar en charlas de formación, rezar, leer, caminar, pensar y sacar unos propósitos para sus próximos meses.

En octubre de 1951, hace ya 72 años, llegó el primer miembro del Opus Dei a Colombia y al poco tiempo comenzó con los medios de formación espirituales, como los retiros y convivencias en fincas, colegios o en casas de familia como se hace aún en muchas zonas de Colombia, donde no hay una casa de retiro cercana.

Con el paso de los años, inspirados e impulsados por San Josemaría, fundador del Opus Dei, se gestó la idea de contar con un lugar amplio y estable para realizar estas actividades. Luego de múltiples actos de generosidad de los fieles de la prelatura, cooperadores y amigos del Opus Dei, se construyó Torreblanca, en un lugar despoblado en Silvania, Cundinamarca. Fueron varios años de trabajos para culminar la casa al inició de los años 80. Además de los retiros espirituales se organizan allí cursos, convivencias y seminarios. Continua leyendo


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